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Columna de opinión

Jóvenes Cofrades

En la actualidad podemos decir que la juventud no se siente Iglesia, que los jóvenes se apartan gradualmente de ella; que son mucho los que pese a su edad no esperan ya prácticamente nada de ella. Hoy podemos afirmar que los jóvenes no están ni dentro ni fuera de la Iglesia, sino lo que es aun peor, que no les preocupa. Actualmente tan solo una minoría de los jóvenes se impacienta y sueña con una Iglesia diferente.

En este momento por el contrario, la presencia juvenil en nuestra hermandad es una palpable realidad.

Pero, ¿Qué buscamos los jóvenes en ella?, ¿Qué es lo que esperamos recibir? ¿Cuál es la razón de este acercamiento?

Pienso que hoy la juventud tiene necesidad de encontrar respuestas a muchas cosas, hasta puede que pase de la Iglesia, pero de lo que no pasa es de Cristo.

Los jóvenes tenemos que encontrar el convencimiento por medio de nuestra propia experiencia, por ello necesitamos un sitio en la hermandad. La juventud tiene que encontrar en la hermandad su propia realización, no solo montando un belén, organizando eventos, realizando ofrendas florales o limpiando plata, sino también ofreciendo garantías de futuro para nuestra hermandad.

El grupo joven de una hermandad debe ahondar en las verdaderas tradiciones de esta, hablando el lenguaje de los hombres de hoy, y madurando la conciencia de nuestra propia personalidad, además debe asumir la misión de futuro de la hermandad, sin miedo y con valentía, con las ideas bien claras, sabiendo cuál es nuestro cometido.

Somos los jóvenes los que estamos llamados a preparar la hermandad del futuro. Quienes estamos llamados a ser los primeros e inmediatos apóstoles de los propios jóvenes. Los que hemos de levantar al cautivo siendo costaleros de todos los días para calmar la sed de esa juventud inquieta y encender el fuego en el corazón de los indiferentes.

Somos nosotros, jóvenes cofrades de Morón, los que hemos de Exaltar la Paz en el corazón de la ciudad.